Prólogo

Fuego, caos y sangre… ríos de sangre!.


Esta era la escena que se repetía en sus sueños una y otra vez, estaba sola en las ruinas de un castillo, sobre ella, un cielo rojo del cual llovía fuego sin parar, a sus pies, cadáveres carbonizados los cuales parecían haber sufrido de una muerte atroz, ella estaba sola en ese lugar, totalmente indefensa, luego de repente, una gran sombra apareció frente a ella, pudo sentir que esa sombra la miraba y le sonreía de forma sádica, aunque aquel ser no tenia rostro, ella pudo de alguna manera sentir lo que esa cosa hacia mientras la observaba, de repente la sombra se expandió, comenzó a rodear el cuerpo de ella, penetrando por su piel, lentamente ella era consumida, solo pudo hacer una cosa, reunió todas sus fuerzas y grito.


-¡Ah!.


La luz entraba tenuemente por las cortinas de su habitación, apretó sus manos y dijo.


-Otra vez el mismo sueño.


Miro alrededor de su habitación, no había nada fuera de lugar, ella estaba a salvo.


-Aun así, no sé lo que significa.


Dijo ella a sí misma, de repente sintió que la cama se movió un poco, volteo su cabeza y a su izquierda estaba su esposo, aun con los ojos cerrados, señales de un sueño profundo.


-A todo esto, ¿Qué hora es?.


Ella miro el reloj en la pared, ya eran casi las 9 de la mañana, se sorprendió un poco puesto que ella es muy madrugadora, al contrario de su esposo, el sueño había sido tan profundo que no se pudo despertar hasta ahora.


-Tanish despierta, ya es de mañana.


Dijo llamando a la persona a su lado, la cual solo se movió un poco y genero un leve murmullo que no se entendía.


-Bueno, me has obligado a hacerlo.


Ella se paró de la cama y apunto su mano hacia él, luego dijo.


-Eshante sing.

Una pequeña esfera de luz apareció frente a su mano, con un suave movimiento de esta, la esfera se movió hacia donde estaba la persona que dormía plácidamente, la luz era intensa, el hombre abrió los ojos lentamente y al ver la esfera de luz dijo aun medio dormido.


-Oh no…


La esfera exploto de repente, sacando al hombre violentamente de la cama, al otro lado de la habitación, la mujer estaba riéndose a carcajadas, tras un momento en el piso el hombre se puso de pie y miro a la mujer.

-Elenor!, porque rayos cada vez que me quedo dormido me despiertas con un Disralei?.


Ella lo miro y uso su mano para acomodar su largo cabello, luego dijo.


-Porque eres una cosa seria, se supone que nosotros como elfos debemos estar despiertos a primera hora.


-Mira quién habla, por lo que veo tu también acabas de despertar.


Ella dejo de reírse y con una sonrisa dijo.


-Al menos yo si me levanto.


Tanish no podía hacer nada, al ver a su esposa recibiendo los rayos del sol de la mañana, en su bata de dormir no pudo más que sentir admiración, una vez de que veía el rostro, cabellos y ojos de su esposa, todos los problemas quedaban atrás.


-Como sea… buenos días Elenor.


Dijo Tanish con una sonrisa y ella respondió aun sonriendo.


-Buenos días Tanish.


Cerca de la habitación habían unas largas escaleras que llevaban a un gran salón más grande en la planta baja, varios soldados con espadas y unas doncellas deambulaban por el lugar.


-Hoy de seguro será otra mañana aburrida.


Dijo un soldado el cual estaba haraganeando sentado en el suelo, una doncella que llevaba un jarrón con flores se detuvo y le dijo.



-Prefiero tener mañanas pacificas y aburridas que mañanas agitadas, no sé que como puedes pensar en eso.

Otro soldado que pasaba por allí se detuvo también.


-Si hubiera un oficial de alto rango cerca te metería al calabozo, somos la guardia real, protectores de los reyes de Elgrand, no podemos bajar la guardia.


El soldado que estaba haraganeando se puso de pie y dijo.


-He servido a la familia Camuel desde hace cien años, no ha habido mayores conflictos en el mundo, salvo por los humanos de Eloria y Terelia.


-Te olvidas también de los Inri, ellos representan una amenaza a nosotros.


Dijo la doncella poniendo el jarrón sobre una mesa en la esquina.


-Ah eso, bueno eso es verdad.


Hubo un momento de silencio un poco incomodo, pero una voz les dijo.


-Yo no me preocuparía mucho por los Inri, por ahora ese asunto está controlado.


Ellos tres miraron arriba y vieron a una hermosa mujer alta, con una hermosa túnica blanca, con un cabello blanco increíblemente largo y ojos de un verde esmeralda puro, en su mano sostenía un gran báculo largo con puntas de cristal verde marino.


-Reina Elenor!.


Los tres rápidamente dejaron lo que estaban haciendo y se arrodillaron frente a ella, luego ella rio un poco y dijo.


-Por favor chicos, no quiero formalidad desde tan temprano.


Ella los insto a que se pusieran de pie y la doncella dijo.


-Muy buenos días su majestad… su desayuno estará servido pronto.


La doncella al igual de los soldados estaban nerviosos al estar en la presencia de su soberana, ella paso al lado de estos y les dijo.


-Hoy va a ser un buen día, espero que sea de provecho para todos ustedes.


Los tres bajaron la cabeza en señal de respeto y agradecimiento, luego se fue caminando con la doncella.


-Me podrías adelantar lo que hay en el menú de hoy?.


-Pues si su majestad, el menú de hoy son tortillas con queso y patatas, también hay crepas saladas y dulces.


-Tienen té de hojas nirien?, sería un buen complemento para las crepas dulces.


-Si su majestad, la atenderemos enseguida.


Mientras un poco atrás, ajenos a la conversación los soldados se miraron entre sí.


-Bueno, tengo cien años y aun me emociono y me pongo nervioso al verla.


El otro soldado se rio un poco y dijo.


-En momentos como este estoy orgulloso de ser elfo y poder servir a la reina y al rey, estoy dispuesto a dar mi vida por ellos.


El otro soldado sonrió también y dijo.


-Si, lo mismo digo yo amigo.


Elenor estaba tomando tranquilamente su desayuno, mientras lo hacia leía diarios de su reino y del cercano reino aliado humano de Eloria, en esos momentos Tanish apareció un poco apurado, Elenor lo noto y le pregunto.


-Vas a desayunar?.


-No, creo que tendré que comer afuera, estaré reunido con algunos de los generales.


-Es sobre aquel problema en la frontera con los Inri?.


Tanish aprovecho un momento y se sentó a su lado.


-Si, no sabemos cómo paso, pero ese puesto de observación no se destruyo solo, los Inri lo niegan, pero algo ha debido de pasar.


-No saques conclusiones apresuradas Tanish, acaso en la frontera del pantano no son propensas a súbitas explosiones de gas?.


Tanish se quedo callado un momento y dijo.


-Bueno, en eso tienes razón, pero aun así no hay que descartar la posibilidad de que…


En ese momento el fue interrumpido por Elenor la cual dijo.


-No quiero que esta paz se acabe por un simple malentendido.


Tanish observo a su esposa, estaba sentada leyendo el periódico, tomando de su taza de té, ella le había respondido de forma abrupta con una elegancia sin igual, Tanish se puso serio y dijo.


-Tuviste ese sueño otra vez?.


Elenor bajo su taza y respondió tranquilamente.


-Si.


-Dioses Elenor, has tenido ese sueño por casi dos semanas, tu sabes interpretar sueños, pero te es imposible hacerlo con este, no crees que algo está pasando?.


Elenor tomo otro sorbo de tu té y dijo.


-Estoy cerca de descubrir lo que significa, no tienes nada de qué preocuparte.


-No tengo nada de qué preocuparme?, que pasa con la lluvia de fuego que dices?, con los cadáveres, la sombra, me dices que me preocupo de mas?.


En eso ella lo miro de una forma elegantemente fría y dijo.


-Es asunto mío, te diré cuando tengas mas información.


Tanish dio un suspiro, indicando que la pequeña discusión tenía ya a un ganador, el se puso de pie y dijo.


-Bueno, voy a venir en la tarde, nos vemos.


Elenor dio el último sorbo a su tasa, coloco el recipiente vacio en la mesa miro al techo y dijo.


-Yo estoy más asustada que tu, Tanish.


Con el desayuno terminado, Elenor procedió a arreglarse para su itinerario del día, como reina, sus responsabilidades son enormes, pero sorpresivamente ese día no era tan ocupado como los demás.


-Creo que hice un milagro con mi itinerario, al menos así tendré mas tiempo libre.


Lo primero en la agenda era sellar varios decretos sobre un leve aumento en los impuestos, investigación de nuevas medicinas, aprobar un curso de supervivencia para las tropas elite en la frontera con los Inri y demás cosas, eso era lo más aburrido del día, por lo cual termino con eso rápidamente para ir a lo siguiente.


-Muy bien, sellar cosas aburridas pero importantes hecho, ahora viene una reunión con Shara, que bien, eso me alegrara mucho el día.


Elenor sonrió y se dirigió a uno de los lugares más importantes de su castillo, el espejo lunar, una fuente de la cual emana agua pura desde hace miles de años, allí estaba su mejor amiga y mas fuerte guerrera, la capitana Shara MoonLight.


-Muy buenos días reina Camuel.


-Eres mala, sabes que no me gusta la formalidad.


-Lo sé, es divertido ver tu rostro.


Ambas se rieron juntas por un rato y se sentaron a la orilla del espejo lunar.


-Porque pediste una cita para hablar conmigo?, sabes que puedes venir cuando quieras.


-Pase por este procedimiento formal para molestarte más.


Nuevamente las dos se rieron juntas y Shara dijo.


-Solo quería relajarme un rato a tu lado, hace semanas que no hemos podido hacerlo.


-Aprecio mucho tu gesto, también me hacía falta verte.


Shara no tuvo necesidad de ver el rostro de Elenor para confirmar que le sucedía algo.


-Es uno de tus sueños cierto?.


Elenor suspiro y dijo.


-Si, la verdad no se qué hacer, no le veo sentido a ese sueño, no se por qué sucede o porque me encuentro en un lugar así.


Shara miro a Elenor y le dijo.


-Sera porque la hora se acerca?.


Elenor trago, no había pensado en esa posibilidad, miro al espejo lunar y dijo.


-No, no puede ser, es muy pronto.


-No me prestes mucha atención Elenor, yo puedo estar equivocada.


Elenor suspiro y se acostó en el suelo, luego dijo.


-Si no lo estas, nuestra paz terminara de una forma atroz.


Elenor miro al cielo, el espejo lunar estaba al aire libre, ella sintió una suave brisa, de repente, agua fría corrió por su rostro.


-Shara!.


Elenor se puso de pie abruptamente, Shara estaba dentro del espejo y le había lanzado agua desde allí, luego le dijo sonriendo.


-Perdón su gran majestad, acabo de mojarla.


Dijo simulando un tono formal burlonamente.


-Estas acabada Shara.


Ella se puso de pie y ambas comenzaron a arrojarse agua dentro del espejo, las preocupaciones de Elenor se disiparon un poco, disfrutaba el momento de absoluta paz que había reinado en su reino desde hacía ya miles de años, pero luego recordó las eras obscuras que existieron antes de esta época de paz, no dejaba de sonreír, pero por dentro su preocupación y tristeza la consumían, luego de pasar una tarde con Shara ambas se despidieron, en su camino de regreso a la gran sala, no pudo evitar detenerse en la galería de arte que está dentro de su palacio, habían pinturas muy hermosas de paisajes lejanos, guerreros y demás, pero una pintura sobresalía de entre todas, era un cuadro grande en una de las paredes del salón, en el, estaban dibujadas de forma magistral seis ángeles las cuales estaban volando en el cielo, y en pleno vuelo habían creado un gran círculo mágico dorado, el titulo de la obra era “los seis sellos”, Elenor suspiro y dijo.


-Tal vez nos veamos pronto.


El día paso sin mayores complicaciones para ella, la mañana dio paso a la tarde y la tarde a la noche, Elenor estaba asomada en uno de los balcones del palacio, contemplaba la ciudad capital del reino Elgrand de los Elfos, Elendar, la ciudad del bosque, con sus agudos ojos de elfa, ella observaba con tranquilidad a la gente de abajo, lo hacía con suma facilidad, mencionando claro que su palacio tenía una altura de trescientos veintiún metros, uno de los palacios más altos del mundo, veía a las madres con sus hijos, a los amantes abrazados, a los faroleros que cumplían su rutina de encender las luces de las calles de la ciudad, la vista era muy apacible, una vista de la cual ella no estaba cansada, Elenor había vivido por miles de años y aunque había contemplado esta vista por mucho, jamás se cansaría de ella, miro al cielo y dijo.


-Bueno, mañana será otro día.


Elenor fue a su habitación, dentro estaba Tanish ya, en la cama leyendo un libro.


-Tuviste un buen día?.


-Si, no hubo mayor complicación.


Al responderle Elenor entro a un gran armario donde se cambio de ropa para ir a la cama.


-Mañana enviare un mensajero a Eloria, deseo discutir algo con el rey Linneo.


Tanish dejo su libro y dijo.


-Acaso ya has descifrado tu sueño?.


-Aun no, pero es probable que la hora este cerca.


Tanish se sorprendió un poco, luego dijo.


-No digas locuras como esas, que vas a asustarme.


-Si, tienes razón, solo quiero asustarte.


Elenor le sonrió, Tanish observo a su esposa, un impulso lujurioso bombardeo su cerebro al ver el cuerpo de Elenor, el cual estaba cubierto solo por una bata de seda transparente.


-Elenor.


-Si Tanish?.


Ambos se miraron fijamente y Elenor dijo.


-Tanish no te atrevas…


Antes de poder terminar, Tanish estaba sobre ella, besándola rudamente, sus bocas se separaron por un instante y Elenor dijo.


-Tanish detente…


Tanish no le hacía caso, solo deseaba el cuerpo de su esposa, el abrió la bata de Elenor y al hacerlo los pechos de ella quedaron al descubierto.


-Elenor… eres hermosa.


-Tanish, para…


Las palabras de Elenor eran sofocadas por la pasión de Tanish, de repente, Elenor sintió su mano muy tibia, al levantarla, un anillo en su dedo brillaba de un azul intenso, un símbolo del zodiaco se dibujo en su pecho, brillaba intensamente en un azul puro, Tanish se alejo al ver esto, al poco tiempo el brillo del anillo ceso, y la marca del zodiaco desapareció del pecho de Elenor, esta se acomodo su bata y dijo.


-Lo siento Tanish, aun no lo puedo hacer contigo.


Tanish bajo la cabeza decepcionado, pero en vez de enojarse, acostó su cabeza en el pecho de Elenor.


-Te amo Elenor, seguiré esperando.


-Gracias.


Elenor le dio un beso en la frente y así se quedaron hasta que Elenor se quedo dormida… o tal vez no, Elenor no sabía si estaba dormida o despierta aun, ahora estaba en una colina verde, alrededor de esta, estaba un campo casi infinito, no se veían montañas, solo una planicie eterna y un cielo sin fin, luego dio la vuelta, detrás de ella estaba la sombra de sus pesadillas, de repente en donde debería haber un rostro, aparecieron dos ojos rojos y una sonrisa demoniaca, esta sombra la miro y le dijo.


-Ahora que el poder de la luz se ha debilitado, porque no regresamos a los viejos tiempos, Elenor?.


Elenor reconoció la voz de inmediato.


-No, no puede ser… es imposible.


Su rostro reflejaba terror y miedo absoluto, la sombra se deleitaba al verla así.


-No me digas que me tienes miedo?, vaya, creí que en estos milenios tu y yo ya no estaríamos peleados.


-Desgraciado, que planeas hacer?.


-Terminar lo que comencé en la era legendaria Elenor, tu sabes mejor que nadie que jure no darme por vencido.


-Y ahora que este mundo está en la era obscura vas a regresar?, vas a desatar el infierno de nuevo, dios del caos?!.

La sombra la miro y le dijo.


-Puedo… y lo hare…


La sombra se expandió rápidamente hacia ella y la trago completamente, justo cuando esto paso, ella despertó gritando, totalmente mojada por su sudor.


-Elenor, que ha pasado?!.


Tanish estaba sorprendido por esto, pero Elenor no dijo nada y se paró de la cama, tomo su báculo y salió de la habitación a toda velocidad.


-Elenor, Elenor espera!.


Tanish salió corriendo tras ella, mientras esto pasaba, Shara y dos soldados se dirigían a las barracas.


-Bueno chicos, ha sido un buen día, mañana será mejor.


Shara estaba de muy buen humor, de repente uno de los soldados se detuvo y dijo.


-Escuchan eso?.


El otro soldado se paro cerca de él y dijo.


-Escuchar qué?.


Todos agudizaron su audición y escucharon el sonido del agua, el sonido del agua desbordándose.


-De donde viene?.


Shara se concentro un poco y dijo.


-Viene de la fuente Lunar, vamos.


Los tres corrieron rápidamente a investigar, cuando frenaron súbitamente.


-Dios, que es ese olor?!.


-Huele a cadáveres en descomposición!.


Dijo Shara soportando las nauseas, ella saco su arco y los soldados prepararon sus espadas, al caminar más adelante miraron a sus pies, caminaban sobre algo que no era agua, pero era liquido, un liquido negro y nauseabundo, caminaron un poco mas y vieron al rey Tanish a la entrada del espejo lunar.


-Su majestad, su majestad se encuentra bien?.


Shara toco al rey, pero este no se movía, su mirada estaba fija en el espejo lunar, los soldados y Shara miraron donde él y vieron a Elenor frente al espejo lunar, que ahora era un geiser del cual brotaba ese liquido negro, la parte inferior de su bata estaba totalmente negra y sus pies estaban cubiertos hasta los tobillos, ella alzo su báculo, el cual comenzó a brillar con una luz de energía santa, luego clavo el cetro en el suelo y al hacerlo la sustancia negra retrocedió y regreso del lugar del cual había salido, no había quedado rastros de ella y el piso estaba totalmente limpio, lo mismo que el aire, luego, el agua comenzó a fluir otra vez, todos estaban impactados, luego Elenor lentamente se dio la vuelta, con una mirada fría y amenazadora, como si estuviera observando a sus enemigos, les dijo a todos…


-La paz ha llegado a su fin… es la hora.