-Como la pude perder de vista?.
La joven guerrera bajo por una pendiente un poco empinada junto con su caballo, a su alrededor solo habían arboles y niebla.
-Cruzamos el puente juntas y de repente se esfumo, odio que siempre haga esto.
Ella se comenzó a frustrar puesto que la persona que venía con ella había desaparecido, pero ella trataba ese asunto como si fuera algo cotidiano.
-Se que está tramando algo… pero qué?.
No noto que algo se acercaba en silencio detrás de ella, esa sombra se acercaba cada vez mas y de repente ella se volteo, vio un caballo blanco muy cerca de ella que se paro en sus dos patas relinchando, ella se asusto y cayó al suelo.
-Ah!.
Al caer al suelo estaba un poco adolorida, pero cuando se recobro escucho una risa del jinete de aquel caballo blanco, una chica de cabellos dorados con ojos azules.
-Eres muy lenta Jeska, fácilmente hubiera regresado a casa sin ti.
Jeska se puso de pie y miro a la otra chica y le dijo.
-La próxima vez que me hagas eso Agatha, te dejare sola en el bosque.
Agatha se rio un poco y luego dijo.
-Vamos, no te enojes, fue una broma.
-No, lo que espero es una disculpa.
Jeska se cruzo de brazos y miro hacia otro lado, luego Agatha suspiro y dijo.
-Si es así como lo quieres, está bien, atrápame!.
Al decir esto, ella y su caballo comenzaron a correr del lugar a toda velocidad, Jeska asombrada dijo.
-No es justo, espérame!.
Jeska se monto rápidamente y comenzó a perseguir al caballo blanco y a su jinete, atravesaron una zona en la cual habían muchos pinos altos, esa zona era el límite de ese gran bosque, lo cruzaron a toda velocidad y salieron del bosque para entrar a una gran planicie, esta se extendía hasta mas allá de la vista, donde habían unas grandes montañas a la distancia, ambas dieron rienda suelta a la velocidad de sus caballos, ambas sentían la libertad absoluta de correr sin restricciones por aquel lugar que parecía no tener fin, solo las montañas a la distancian marcaban el fin de aquella libertad, pero allí es donde se dirigían, Jeska y su caballo alcanzaron a Agatha, ella miro a Jeska con alegra y esta le sonrió de vuelta, Agatha no se pudo controlar más y extendió sus brazos y dio un grito que simbolizaba la libertad y la emoción que sentía en ese momento, Jeska la imito también y comenzó una especie de concurso no oficial por quien gritaba mas mientras cabalgaban, con el tiempo, la planicie dio paso a una senda rocosa, la cual en si era un camino que comenzaba a subir por la montaña, mas adelante había un túnel con una caseta en la cual habían varios soldados custodiando la entrada.
-Escuchan eso?.
Un soldado llamo la atención de todos al escuchar un sonido que se acercaba, eran los cascos de unos caballos que se dirigían a toda velocidad hacia ellos.
-Oh, aquí vienen otra vez, abran paso!.
Los soldados se hicieron a un lado y al poco tiempo los dos caballos pasaron rápidamente hacia el túnel, uno de los soldados suspiro y dijo.
-Ya es rutina verlas cabalgando por aquí, aunque desearía que fueran más despacio o podrían atropellar a alguien.
-Lo mismo digo, aunque siempre es divertido verlas por aquí.
Los soldados comenzaron a platicar entre ellos mientras las dos jinetes se adentraban por el túnel, el cual dio paso a una enorme caverna, se escuchaba el sonido del agua fluyendo, un enorme rio fluía a toda velocidad, ellas cabalgaban cerca de la orilla rocosa de este y a la distancia vieron su destino, una gran ciudad que se ubicaba a cada lado y sobre el rio, estaba conectada por puentes y al fondo de la ciudad se veía como la caverna se abría dando paso al cielo azul, eso es porque al borde de la ciudad, el rio caía en una colosal cascada de varios cientos de metros de altura, ellas habían llegado a su hogar, la ciudad de Armani, una de las muchas ciudades del reino humano del este, el reino de Eloria.
Al poco tiempo la velocidad de ambas disminuyo y sus caballos pasaron de galopar a toda velocidad, a un trote suave mientras entraban a la ciudad, eran las diez de la mañana y las calles de la zona comercial estaban repletas de gente, Agatha y Jeska pasaron por esa zona, la gente las saludaba afectuosamente.
-Oye Agatha, buenos días!.
-Hola Jeska, guapa como siempre!.
Dijeron la florista y el carnicero, el vendedor de frutas que estaba en una esquina tomo dos manzanas y las lanzo hacia ellas.
-Están recién cortadas del árbol!.
Agatha atrapo la suya y dijo.
-Gracias, estoy que me muero del hambre.
-Yo también, y se ve muy jugosa.
Tras decir esto, Jeska dio una gran mordida a su manzana, tras pasar la zona comercial, entraron a la zona residencial y se acercaron a una mansión enorme, era la más grande de la ciudad y también la ultima, puesto que detrás de ella, solo quedaba el paisaje del rio fluyendo hasta la cascada, era la casa de los gobernadores de la ciudad, las personas designadas por el rey de Eloria para gobernar una provincia.
-Hogar dulce hogar.
Al decir esto Agatha bajo de su caballo y varios soldados se acercaron a ellas.
-Como le fue en su cabalgata señorita Agatha?.
-Genial, branson esta mas rápido desde que sano su herida.
Agatha y el soldado conversaron un poco acerca de los caballos, mientras Jeska hablo con el otro.
-Alguna novedad por aquí?.
-Si capitana, la gobernadora desea hablar con usted y la señorita.
Jeska se extraño un poco y dijo.
-Bueno, iremos de inmediato con ella, por favor, encárguense de nuestro caballos.
-Como ordene señora.
Tras hacer un saludo militar, el soldado tomo el caballo de Jeska y se fue caminando con el otro, Agatha se acerco a Jeska mientras observaba como los soldados se iban con los caballos hacia los establos.
-Sucede algo Jeska?.
Jeska miro a Agatha y dijo.
-Tu madre desea vernos, te has metido en problemas?.
-No, claro que no!, sabes que no soy esa clase de persona.
-Tienes razón, de cualquier forma, será mejor que vayamos a verla.
-Lo mismo digo.
Ambas entraron por la puerta principal de esa enorme mansión, el salón de recepción era enorme con una gran escalera hacia la parte superior de la mansión, las puertas a los costados de la planta baja llevaban al salón de fiestas y a la salón de estar, las doncellas iban y venían haciendo los quehaceres diarios en la mansión, limpiando las mesas, cambiando las flores y unas que otras charlaban entre sí, habían pocos guardias dentro de la mansión, ya que el puesto de la mayoría era afuera en los jardines o por toda la ciudad, el personal de la mansión saludo a las dos chicas que comenzaban a subir las escaleras, en la parte superior de la mansión se ubicaban el despacho del gobernador, las habitaciones familiares, habitaciones de huéspedes y varios salones comunales, así también como una salida a balcones que quedaban justo en el borde de la cascada, desde el cual se podía contemplar la parte de la ciudad que quedaba cerca del borde de esa impresionante caída de agua, tras caminar un poco, las chicas llegaron a las puertas del despacho.
-Toca tu.
Dijo Agatha sin mirar a Jeska.
-Bromeas cierto?, eres la hija, toca tu.
Mientras las dos discutían por quien tocar, una voz dentro les dijo.
-Se que están afuera, entren por favor.
Tras salir un poco de la sorpresa, Agatha tomo la perilla de la puerta y dijo.
-Con permiso.
Y así las chicas entraron al despacho, era un lugar amplio, con dos libreros enormes y anchos a cada lado, al final de la habitación había una gran mesa de madera y detrás de esta había una gran ventana cubierta con cortinas rojas, una mujer estaba sentada en una silla, era alta, con cabellos dorados y ojos azules, era la gobernadora de la ciudad, Vala Whitill, ella miro a las dos chicas y se quito los lentes, en su mano tenía un papel que parecía ser muy importante.
-Dime Agatha, todo ha ido bien últimamente?.
Agatha se extraño por la pregunta de su madre, luego dijo.
-Pues, no ha pasado nada fuera de lo común.
Vala suspiro y luego le pregunto a Jeska.
-Y tu Jeska, te ha ido bien estos días?.
-Si señora, todo bien gracias a los dioses.
En eso Vala se puso de pie y dijo.
-Por qué no son sinceras conmigo?, ustedes han venido experimentando extraños incidentes, Agatha tus manos a veces brillan por las noches y Jeska, has provocado pequeños focos de fuego.
Hubo un silencio sepulcral luego de que Vala dijera esto, pero luego Agatha dijo.
-Madre, porque traes a luz esto?.
Vala se apoyo en la mesa y dijo.
-Por que me preocupo por ustedes, se las dos tienen poderes mágicos y que no los pueden controlar… pero…
Vala se cayó un momento y luego dijo.
-Desearían saber por qué les está pasando eso?.
Jeska y Agatha se miraron entre sí, luego Jeska dijo.
-A que se refiere señora?.
Vala dio un último vistazo a la carta que tenía en su mano, luego dijo.
-Agatha, quiero que leas esto en voz alta.
Vala camino hacia su hija y le entrego la carta, luego Agatha comenzó a leerla.
-Señoritas Agatha Whitill y Jeska Flamberge…
Agatha miro a Jeska y continuo leyendo.
-Reciban mis mas afectuosos saludos, es de gran agrado informarles que necesito conocerlas a las dos en persona lo más pronto posible, sé que es muy sorpresivo pero es de extrema importancia que ustedes vengan a la ciudad a la ciudad capital de Eloria, se que ustedes tienen problemas para controlar los peculiares poderes que poseen, pero no tienen por qué tener miedo, puesto que yo tengo parte de las respuesta que ustedes buscan, espero tener pronto el honor de conocerlas y les deseo un feliz viaje a mi hogar, atentamente…
Agatha dio una pausa y dijo en un tono de fuerte exclamación.
-Magnus Linneo Courtward XVI!.
-Un momento Agatha!, el rey firmo esa carta?!.
-Si mira, léelo tu misma!.
Jeska tomo la carta y la leyó, luego dijo.
-Por los dioses, no puedo creerlo.
Agatha miro a Jeska, luego ambas miraron a su madre y ella dijo.
-El tiene las respuestas que ustedes buscan, yo no puedo ayudarlas aquí.
Agatha se puso de pie y dijo.
-Madre, tu y mi padre saben algo de lo que nos pasa?.
Vala se dirigió a la puerta del despacho para salir, cuando abrió las puertas, ella dijo.
-Si, pero mis respuestas o las de tu padre no son nada en comparación con las que su majestad te dará, les sugiero que ambas preparen su equipaje ahora.
Al decir esto, Vala salió del despacho, no había nada más que decir y las dos chicas se quedaron solas, al poco tiempo, Agatha fue a su habitación para comenzar a empacar, no necesitaría muchas cosas puesto que pensaba que la estadía en Eloria seria corta, mientras ella metía sus cosas en la maleta, la puerta se abrió, era su padre, Reison, un hombre con un poco de barba y cabello largo, un hombre joven con un aire de madurez.
-Hola princesa.
Agatha miro a su padre pero no respondió, luego el dijo.
-Me entere de la carta que recibiste del rey, estoy feliz de que vayas a conocerlo, es una gran persona.
Agatha seguía sin responder, así que su padre entendió de inmediato y le dijo.
-Se que tu y Jeska están confundidas, créeme que tu madre y yo íbamos a decirles pero las cosas cambiaron un poco.
Agatha miro a su padre y dijo.
-Desde que tengo memoria, cosas extrañas han pasado conmigo, creo luz de mis manos inconscientemente y tengo sueños de batallas lejanas, ahora que estoy crecida tengo más control sobre eso, pero siguen ocurriendo.
-Lo sé, el rey Linneo es el único que puede explicarlo todo en detalle, yo lo haría pero… creo no ser el indicado para hacerlo.
Agatha miro a su padre y le dijo.
-Confió en ti en mi madre, pero espero escuchar las respuestas que ustedes me tendrán que dar cuando regrese de Eloria.
-Te juro que responderé cada pregunta que tú me hagas.
Agatha sonrió y se acerco a su padre, ambos se abrazaron por un momento y luego Reison dijo.
-Oh si, se me había olvidado.
Reison saco de su bolsillo una pequeña caja azul.
-Este es un regalo para ti hija mía.
Agatha tomo la caja y luego antes de abrirla, Reison dijo.
-Este regalo quiero que lo abras cuando llegue el momento, me lo prometes?.
-Cuando llegue el momento de qué?.
Agatha pregunto extraña y Reison le dijo con una sonrisa.
-Cuando aceptes el destino que esta vida te va a dar y que sigas por esa senda hasta el final, pero recuerda, puedes cambiar el destino de acuerdo a tus acciones asegúrate en crear tu propia senda y que sea la correcta.
Agatha miro la caja y luego le dijo a su padre.
-No te fallare padre.
Al decir esto, Reison salió de la habitación y se encontró con Jeska la cual iba a entrar al cuarto de Agatha.
-Oh, muy buenos días señor Reison.
-Hola Jeska, como te sientes ahora que iras con Agatha a Eloria?.
-Muy bien señor, aunque la verdad no sé por qué el rey quiere hablar con una simple capitana de guardias como yo.
-Tu eres más que una simple capitana de guardias, eres la hermana que Agatha nunca tuvo, eres de nuestra familia, nunca bajes la cabeza ante el enemigo y siempre protege a Agatha, ella te necesita y tu a ella.
-Tiene razón señor, siempre la he protegido con mi vida, seguiré haciéndolo hasta el final.
-Bien, entonces ya puedo estar en paz.
Reison sonrió y se alejo, Jeska se quedo un poco extrañada ante lo que dijo Reison, al poco tiempo, ella entro al cuarto de Agatha.
-Bueno, el carruaje vendrá por nosotras en una hora, de allí serán tres horas hasta llegar a Eloria, gracias los dioses que vivimos en la ciudad más cercana a la capital.
-Si, me siento más tranquila con respecto a este viaje, aunque hay mucho misterio detrás de esto.
-Segura que tus padres lo hacen por nuestro propio bien, el rey Linneo es una persona que es amada por todos, si él dice que nos puede dar respuestas y ayudarnos, ese es el.
Jeska comenzó a ayudar a Agatha con su ultima maleta, luego Agatha dijo.
-Aun así, creía que solo nosotras y mis padres sabían de nuestros… poderes, si es que lo que tenemos son poderes.
-Aunque más que poderes, yo siento que es una maldición, mi vida fue un infierno por culpa de eso.
Jeska apretó sus puños, pero luego Agatha le dijo.
-No dejes que el pasado te acose, vamos a buscar nuestras respuestas juntas.
-Digo lo mismo.
Jeska sonrió un poco y ambas terminaron de guardar sus cosas, tras una hora el carruaje vino a buscarlas.
-No me siento cómoda si voy dentro de un carruaje, voy a ir cabalgando al frente.
Jeska monto su caballo, luego Agatha dijo.
-Vamos Jeska, es terreno amigo, no habrá ningún tipo de problemas.
Agatha le dijo eso desde dentro del carruaje, pero Jeska le dijo.
-Soy la capitana de la guardia de Armani, responsable de la seguridad de los ciudadanos y la familia gobernante, así que voy a protegerte en este viaje Agatha.
-Si tu lo dices, deberías de tomarte un descanso algunas veces.
-Lo hare cuando lleguemos a Eloria.
Ambas rieron un poco y los padres de Agatha salieron a desearles buen viaje.
-Recuerden, no sean tímidas con el rey, es una persona maravillosa.
Su madre estaba contenta y luego su padre dijo.
-Cuando regresen vamos a hablar de lo que está sucediendo, cuídense las dos.
-Entendido padre.
Dijo Agatha desde la ventanilla.
-Cuente conmigo mi señor.
Dijo Jeska desde su caballo, al decir esto el carruaje comenzó a moverse y Jeska comenzó a cabalgar al frente a este, luego Reison dijo una última palabra.
-Sigue tu estrella, Agatha!.
Al escuchar esto, un escalofrió recorrió su cuerpo, ella puso su mano en su pecho y se dijo a sí misma.
-Por que siento que no volveré a ver?.
Agatha se asusto un poco, pero tan rápido como vino, esa sensación de pérdida se alejo de ella, mientras sus padres se quedaron viendo como las dos se alejaban.
-No creí que este día llegaría.
Vala soltó unas lagrimas, pero Reison la abrazo y le dijo.
-El destino del mundo está en sus manos ahora, confía en ellas.
Mientras esto ocurría, en uno de los edificios cercanos, dos personas observaban la partida de las chicas, uno de ellos usaba unos binoculares el otro un aparato dorado con plata el cual era como una especie de radio.
-Los blancos a y b están dejando la zona, la mansión esta desprotegida.
Dijo el hombre con los binoculares, el otro con el aparto lo encendió y dijo.
-Puesto de observación Armani a puesto central, responda.
-Puesto central, los recibimos.
-Los blancos a y b dejaron la zona, podemos iniciar la segunda fase.
El micrófono fue tomando del que recibió el mensaje, un gran hombre con una armadura tomo el radio y dijo.
-Regresen al puesto central, me hare cargo de esto solo.
Los hombres que observaban la mansión se sorprendieron y dijeron.
-Si señor, como ordene!.
El hombre corto la comunicación y dijo con una sonrisa maliciosa.
-Es hora de visitar a un viejo amigo.
El carruaje comenzó a alejarse de la ciudad, Jeska cabalgaba justo al frente de este, atravesaron la calle principal que guiaba a la salida este de la ciudad, Armani posee tres salidas que a su vez son entradas, la salida del este guiaba a un camino principal que atravesaba las planicies y bosques en dirección a Eloria, Agatha no tenía mucho que hacer dentro de la carroza, así que simplemente se relajo, salieron a las once de la mañana, por lo cual llegarían a Eloria a eso de la una o dos de la tarde, ella había estado en esa ciudad pocas veces desde que era niña, no la recuerda muy bien, por lo cual miro por la ventana y dijo.
-Bueno, que no nos perdamos al llegar.
El paisaje predominante desde la ventana eran montañas a lo lejos, planicies sin fin y bosques, es por eso que el reino de Eloria es uno de los más extensos del mundo, pese a su abrupto final con los límites del oeste, donde comienzan los campos externos.
-Bueno, tratare de dormir un poco, por lo que veo será un largo día.
Así, ella cerro la cortina de la ventana y se acomodo para dormir un poco, y así ella comenzó a soñar, un sueño que la llevo a un lugar donde estaba ella sola, no estaba en su cuerpo, si no que estaba flotando, siendo una espectadora de lo que estaba pasando, se veía a ella misma, llevando una espada plateada, vestía una hermosa armadura blanco con negro, detrás de ella un ejercito el cual se extendía mas allá de la vista, de repente un hombre se paro al lado de la Agatha del sueño, su rostro estaba obscurecido, no se podía ver, la Agatha del sueño le sonrió, tomo su espada y miro a las tropas detrás de ella, dijo algo que no se pudo escuchar, y al hacerlo ella comenzó a correr al frente donde habían enemigos extraños que nunca había visto, era la escena de una batalla, que no pudo concluir, porque Agatha despertó.
-Un… sueño?.
Ella abrió la ventana, dejando que una brisa fresca entrara, al dar un largo suspiro, ella dijo.
-Fue muy real.
Al poco tiempo Jeska cabalgo al lado del carruaje, donde hablo con Agatha.
-Ya se pueden ver los muros de Eloria, estamos cerca.
Agatha asomo su cabeza por la ventana, en efecto, la gran capital del reino de Eloria la cual tenía el mismo nombre estaba a la distancia, los muros eran blancos como el marfil, los cuales formaban un circulo defensivo alrededor de la ciudad, a diferencia de otras ciudades, Eloria está en el centro de la enorme planicie de Taquira, por lo cual no tiene montañas o bosques que la rodeen, solo las que se encuentran más al este de esta, que limitan con el mundo conocido, es por esto que la ciudad es circular, las puertas que eran tan pequeñas a la distancia ahora eran unas colosales estructuras de madera y metal, Agatha también noto las inmensas torres de arqueros y las catapultas que se erguían en esas murallas, siempre listas para rechazar a cualquier enemigo de Eloria, varios arqueros que estaban en un puesto vieron la carreta acercándose, uno de ellos grito.
-Viene una carreta, abran la puerta!.
Abajo, un grupo de soldados comenzaron a abrir las puertas, luego el carruaje entro y fue detenido por un grupo de guardias.
-Bienvenidos a Eloria, de donde vienen?.
Dijo uno de los soldados que se acerco a ellos, en esto Jeska dijo desde su caballo.
-Soy la capitana Jeska Flamberge de la guardia apostada en la ciudad de Armani, viajo en compañía de la señorita Agatha Whitill, hija de la gobernadora Vala Whitill.
Agatha asomo su cabeza desde el carruaje diciéndola hola con la mano y una sonrisa, al poco tiempo un guardia dijo.
-Bien, documentos por favor.
Al decir esto tanto Agatha como Jeska sacaron sus documentos de identidad, los cuales venían con una foto blanco y negro y una firma e información del censo, al revisar bien los documentos el soldado se los regreso y luego dijo.
-Tienen algún motivo en especial por el cual visiten la ciudad?.
En eso Agatha dijo.
-Tenemos esta carta, tenemos que ver al que nos la escribió cuanto antes.
Agatha le entrego la carta al soldado, el y otros dos la leyeron y al poco tiempo se les noto el asombro en sus rostros.
-Tráiganme un caballo, voy a escoltarlas al palacio!.
Al decir esto, Agatha y Jeska se miraron entre si un poco asombradas, al poco tiempo, el soldado a bordo de su caballo comenzó a avanzar con ellas hacia el palacio, el cual quedaba en todo el centro de la ciudad, Eloria era una ciudad grande, por lo cual aun llevaría un poco de tiempo llegar allí, la carreta comenzó a moverse nuevamente, y con el soldado galopando al frente de esta, Jeska decidió quedarse en la retaguardia, comenzó así un breve pero largo recorrido hasta el palacio, como la ciudad era circular, se dividía en diferentes anillos, el anillo externo de la ciudad era donde estaban la mayoría de barracas y cuarteles del ejército, otra puerta separaba esta zona del circulo semi interno, donde se ubicaba el gran mercado y varios edificios y casas donde vivía la gente, Agatha se sorprendió por ver la cantidad de gente que habitada la ciudad, era como si fuera la primera vez que visitaba Eloria, estaba maravillada por estar en aquel lugar, tras unos minutos pasando el gran mercado, llegaron entraron a la zona del circulo interno, aquí se encontraban varios edificios del gobierno y mas barracas de soldados, así como también era la zona residencial de las altas familias de la ciudad y la corte real, tanto Agatha como Jeska estaban maravilladas por la ciudad, sus altos edificios, los jardines, las fuentes, todo, así llegaron a una última gran puerta, el soldado delante hablo con los guardias de esta puerta y estos la abrieron, detrás de esta inmensa puerta de madera y acero estaba el centro de la ciudad, donde estaba el majestuoso palacio de Eloria, llamado el palacio de las águilas, hogar del rey Linneo, el palacio era una obra de arte en sí, un gran castillo de cuatro pisos con una enorme torre dorada en el centro, posee dos grandes torres a cada lado y en cada una flamea la bandera de Eloria, con sus colores blanco y azul, con la imagen de un águila al vuelo, pasaron un gran jardín con una gran fuente en el centro, luego tras una vuelta, el carruaje se detuvo, Jeska se bajo de su caballo y ayudo a Agatha a bajar del carruaje.
-Bueno, hemos llegado.
Dijo Jeska al ayudar a bajar a Agatha, esta al bajar miro al cielo y vio la altura del castillo, luego dijo.
-Ok, ahora si estoy nerviosa.
La gran puerta del palacio se abrió y salieron varios soldados con lanzas, eran muy diferentes al soldado que las guio por la ciudad, poseen armaduras plateadas con partes azules, y una larga capa azul en sus espaldas, sus lanzas estaban bien hechas, su punta poseían la forma de una Y invertida y sus cascos tenían adornos hechos con plumas de águila.
-Vaya, es la primera vez que veo a los guardianes de Eloria.
Agatha dijo maravillaba, estos eran los guardianes del palacio y de la ciudad, uno de estos se acerco y les dijo.
-Su majestad las había estado esperando, por favor síganme, las llevare con el de inmediato.
Ambas asintieron y lo siguieron dentro del palacio, una gran alfombra roja se extendía desde la entrada y continuaba subiendo por unas grandes escaleras que llegaban al segundo piso, a ambos lados de la planta baja habían corredores amplios que se extendían mas allá de la vista, comenzaron a subir por las escaleras y avanzaron por un corredor justo al frente, habían muchas puertas a lo largo de este, unas grandes que eran para habitaciones o pequeñas salas, y otras que eran de cristal que llevaban a inmensos salones o librerías, luego llegaron a otra escalera que subía al segundo piso, esta vez dieron vuelta a la derecha al subir, ambas se quedaron muy cerca del guardia, por que sintieron que se perderían fácilmente si lo perdían de vista, tras un largo caminar, llegaron a unas hermosas puertas de madera, el soldado dijo.
-Bueno, pueden esperar aquí hasta que su majestad venga, espero que estén cómodas y disfruten su estadía en el palacio.
El soldado hiso una reverencia y ambas lo hicieron también, con esto, el soldado se retiro y ambas quedaron solas frente a esa gran puerta.
-Nerviosa?.
Pregunto Jeska.
-Hemos llegado muy lejos, las respuestas que queremos están detrás de esa puerta, al menos eso espero.
Dijo Agatha con la cabeza un poco baja.
-Bueno Agatha, pues abramos esta puerta juntas.
Agatha miro a Jeska la cual estaba sonriendo, Agatha se relajo y dijo.
-Bueno, aquí vamos.
Así, ambas abrieron la puerta, y al hacerlo, el destino de ellas y del mundo entero, se puso en marcha.
Continuara.
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