-Árbol… árbol… árbol… otro árbol… uno más… otro por aquí… otro por allá…
El grupo no le prestaba atención mientras ella continuaba diciendo eso, al poco tiempo ella dijo.
-Oigan chicos, saben de qué me di cuenta?.
-Que pasa?. –Pregunto Agatha.
-Estamos rodeados de arboles!. –Dijo Niena gritando.
Su grito causo un leve eco en la zona, al poco tiempo, Niena volvió a decir.
-Hemos pasado horas en este bosque y no me hemos visto a un solo elfo, Etiene, realmente sabes a donde vamos?.
Etiene el cual lideraba el grupo dijo.
-No hay un camino directo a Elendar, como dije estuve allí una vez hace mucho tiempo, es normal que no recuerde muy bien el camino.
-Insinúas que estamos perdidos?. –Pregunto Niena.
-Si lo quieres ver de esa manera, podría decirse que sí. –Dijo Etiene.
Niena detuvo su caballo y dijo.
-Genial… esplendido, maravilloso, estamos perdidos en medio de la nada sin rumbo fijo, quizá has estemos caminando en círculos.
-Niena, tranquilízate, estoy segura de que llegaremos a la ciudad pronto. –Dijo Lilica.
-Si mal no recuerdo, dijiste eso mismo hace un par de horas. –Dijo Niena un poco enojada.
En eso, Agatha detuvo la carreta y dijo.
-Bueno suficiente, Niena ya basta de hacer problemas, hay que preocuparnos ahora de encontrar Elendar y no lo podremos hacer si estamos discutiendo.
Niena suspiro y se quedo callada, luego Mikau escucho un sonido familiar.
-Maestro, escucho un riachuelo cerca de aquí.
-Bien, allí podremos descansar un rato y ver si seguimos adelante un poco más o hacer un campamento. –Dijo Etiene.
-Dioses… otro día a la intemperie. –Dijo Niena.
-No tiene nada de malo, a mi me gusta. –Dijo Jeska con una sonrisa.
-Típica mujer salvaje… -Dijo Niena en un tono sarcástico.
-Como?!. –Dijo Jeska enojada.
-Ya chicas, vamos a descansar un poco. -Dijo Isis interponiéndose entre las dos.
Ya en el riachuelo, los chicos aprovecharon para reponer sus raciones de agua y descansar un poco, dejaron a sus caballos comer, mientras que Lilica saco una fruta parecida a una sandia, luego se acerco hacia Kiru.
-Bien Kiru, hora de comer. –Dijo con una sonrisa.
Kiru tomo la sandia con sus manos y luego le dio una lamida al rostro de Lilica.
-No hagas eso, me haces cosquillas. –Dijo entre risas leves.
Mientras, Niena se subió a una roca para ver mejor los alrededores, suspiro y luego dijo.
-No hay nada más que bosques en este lugar, que aburrido.
-La verdad, este lugar era muy diferente hace mucho tiempo. –Dijo Etiene.
-Menos arboles?. –Pregunto Niena.
Lilica se acerco y dijo.
-No, la verdad es que el reino de Elgrand era muy parecido al de Eloria, con campos amplios, pequeños bosques y demás, pero cuando ocurrió la explosión de los seis cielos, este lugar cambio mucho.
-Si, los bosques crecieron desmesuradamente a causa de tanta magia liberada, hubo una enorme marejada que barrio con parte del territorio, es por eso que Elgrand es casi en su totalidad un bosque y un enorme pantano cerca de la frontera con el reino de los Inris. –Dijo Etiene.
-Realmente ese evento fue muy destructivo. –Dijo Isis.
-Si volviera a ocurrir algo así, estoy segura de que Tergaia sería destruida. –Dijo Jeska.
-Ten la seguridad de que eso pasara. –Dijo Etiene.
-Yo solo espero que no ocurra cuando este aun con vida. –Dijo Mikau.
-Si, por que no tendrías lugar donde esconderte. –Dijo Etiene.
Todos rieron por un momento, luego Agatha dijo.
-De cualquier forma, creo que sería mejor pasar la noche aquí, siento que ya está obscureciendo.
-Si, me asombra que tu lo percibas. –Dijo Etiene.
-Yo también, créeme. –Dijo Agatha sonriendo levemente.
Niena se acerco a un árbol y dijo.
-Genial, otra noche en el suelo, Etiene, no dijiste que los elfos sabrían que estamos aquí?.
-Si, pero es un territorio amplio, los elfos tienen una vista y audición poderosas, pero aun para ellos les será difícil encontrarnos.
-Ya veo… yo pienso que esos orejones tienen las orejas de adorno, dudo mucho que nos estén oyendo ahora. –Dijo Niena.
Cuando ella volteo la cabeza noto que había una flecha apuntándole el rostro, un elfo estaba sosteniendo un arco frente a ella, este le dijo.
-La verdad, nuestras orejas de adorno escucharon tus quejas casi desde Elendar.
El grupo se puso de pie rápidamente pero se vieron rodeados súbitamente por un grupo de elfos, los cuales les apuntaban con sus arcos y flechas.
-Increíble, soldados elfos de verdad portando arcos y flechas de plata tipo Celiner, las armas más precisas del mundo!. –Dijo Lilica.
-No es momento para eso Lilica. –Dijo Jeska.
El líder del grupo el cual apuntaba a Niena le dijo a Niena.
-Ve con las demás.
-Está bien… y lo que dije de las orejas, fue una broma. –Dijo Niena mientras se retiraba.
Agatha estaba un poco molesta, cuando Niena camino hacia los demás ella dijo.
-Ustedes son un grupo de exploradores guardianes o ladrones?.
-Los elfos no son ladrones, el día que veas un elfo robando algo, ese día se termina el mundo. –Dijo Etiene.
-Es cierto, estamos aquí para ver qué clase de extranjeros ingresaron a nuestro territorio, identifíquense ahora. –Dijo el líder del grupo.
Agatha suspiro un poco aliviada, luego dijo.
-Nostramos somos un grupo que viene desde Eloria, el rey Linneo nos envió a hablar con la reina Elenor.
Los elfos se miraron entre sí, luego su líder dijo.
-Tienen alguna manera de probar eso?.
-Si, un momento por favor.
Agatha se dio vuelta y camino hacia la carreta los soldados aun estaban en guardia, observando cada uno de sus movimientos, al poco tiempo ella saco la carta y dijo.
-Esta es un carta entregada a nosotros por parte de su majestad, el rey Linneo de Eloria.
El líder del grupo de elfos dio un salto y llego justo al frente de Agatha, el tomo la carta y dijo.
-La pena por falsificar una carta real es de veinte años en la cárcel.
-No es falsa, tiene mi palabra. –Dijo Agatha mirándolo a los ojos.
El líder sonrió y dijo.
-Solo hay una forma de probarlo.
El saco de su bolsillo un tinte azul y lo roció sobre la firma de Linneo, luego lo levanto sobre su cabeza hacia un rayo de luz que entraba de entre los árboles, al cabo de un tiempo, la firma comenzó a brillar en un color azul muy hermoso, luego Lilica asombrada dijo.
-Increíble, solo la tinta real puede hacer eso.
-A que te refieres Lilica. -Pregunto Isis.
-Los bolígrafos y plumas de la realeza tienen un tinte especial hecho de un compuesto de zafiro molido, este compuesto brilla al contacto con un liquido reactivo especial basado en fosforo y azufre, es la única manera de identificar una genuina carta real. –Dijo Lilica.
-Lilica, hay algo que no sepas?. –Pregunto Niena.
-Pues… ya lo dije, me gusta leer. –Dijo Lilica con una sonrisa.
De repente, el líder de los soldados se arrodillo, y luego el resto de los elfos lo hiso, todas las chicas estaban asombradas, luego el líder dijo.
-Es un honor tener frente a mí a las escogidas, sean bienvenidas al reino de Elgrand.
Todas estaban sorprendidas, luego Niena dijo.
-Bien, creo que me puedo acostumbrar a esto.
Aun en su asombro, Agatha dijo.
-No, pónganse de pie, no necesitamos esta clase de trato.
El líder se puso de pie y dijo.
-La espera por fin ha terminado, permítanme presentarme, mi nombre es Leno Atiel, capitán del grupo de exploradores número nueve.
-Es honor conocerlo capitán. –Dijo Agatha haciendo una reverencia.
Niena se acerco a Leno y le dijo.
-Disculpa, estamos cerca de Elendar?.
-Eh… no, llegaremos mañana por la mañana, ahora tendremos que pasar la noche aquí. –Respondió Leno.
Niena se quedo callada por un rato y luego dijo.
-Típico.
Niena se subió a la carreta y luego Isis se acerco a Leno.
-Discúlpala, ralamente tiene un carácter único.
-Ya lo creo… a veces es difícil entender a los humanos. –Dijo Leno.
-Si, en especial a esa humana. –Dijo Jeska.
El grupo decidió armar un campamento para pasar la noche, durante este trabajo, Leno se acerco a Agatha y le pregunto.
-Ustedes son cinco… pero hay dos viajeros mas aquí, quienes son esos dos chicos?.
-Ellos son… dos caza recompensas que contratamos para nuestra seguridad. –Respondió Agatha.
-Ya veo… bueno, ustedes ya están a salvo, no los necesitan más. –Dijo Leno.
Agatha miro a Etiene y a Mikau y luego dijo.
-Ellos dos nos ayudaron mucho estos últimos días, quiero que lleguen a Elendar con nosotros.
Leno asintió y dijo.
-No hay problema.
Niena y Jeska estaban levantando una tienda de dormir, Niena vio pasar a dos soldados Elfos y dijo.
-Vaya, realmente los elfos no están nada mal.
-Nunca habías visto un elfo?. –Pregunto Jeska.
-De lejos, pero esta vez estoy cerca… muy, muy cerca… -Dijo Niena con ojos lujuriosos.
-Oh por los dioses… realmente eres de esa clase de chicas. –Dijo Jeska asombrada.
Niena la miro y dijo.
-Ya te gustaría ser yo, verdad?. –Dijo sonriendo.
Niena se alejo y luego Jeska dijo sola.
-Es lo último que deseo ser.
Isis y Lilica comenzaron a preparar la cena, varios soldados se prestaron a ayudar, recogiendo algunas verduras silvestres y pescando truchas del riachuelo cercano, al poco tiempo, todos estaban comiendo, la pequeña caravana se había convertido ahora en un gran grupo de viaje, mientras comían, Isis pregunto.
-Cuando tardaremos en llegar a Elendar mañana?.
-Llegaremos antes del medio día, eso si nos levantamos temprano. –Dijo Leno.
-Tenemos tantas preguntas que hacerle a la reina… sin duda mañana será un día largo. –Dijo Lilica.
-Ella las ayudara sin dudarlo, ustedes son huéspedes de honor en este reino, así que no se tienen que preocupar por nada. –Dijo Leno orgulloso.
-Si… es una lástima pero creo que hasta mañana viajaremos con ustedes chicas. –Dijo Etiene.
-Duro poco, pero tú y Mikau nos fueron de mucha ayuda. –Dijo Jeska.
-Cuando quieran chicas, siempre estamos disponibles para un buen trabajo. –Dijo Mikau sonriendo.
-Sera que yo haga un buen trabajo Mikau. –Dijo Etiene mirándolo un poco enojado.
Mikau bajo la cabeza y todos se rieron un momento, luego Etiene dijo.
-Aun así chico, eres un gran compañero de viaje.
-Ah… gracias maestro!. –Dijo Mikau alegre.
Agatha observo por un momento a Etiene… sintió algo dentro de ella que le decía que no tenía que dejar que se fuera, pero fue sacada de ese trance por Jeska.
-Bueno, mañana será uno de esos grandes días.
-Si… mañana descubriremos mas de nosotras mismas. –Dijo Agatha.
Tras decir esto, ella vio hacia arriba, pudo ver las estrellas del cielo nocturno gracias a una abertura entre las frondosas ramas de los arboles, se alegro mucho al verlas, vio a su alrededor y vio una escena de paz, todos conversando entre sí como si ya todos fueran viejos amigos… Agatha se sintió feliz y al poco tiempo ya todos estaban durmiendo, incluso Etiene, puesto que uno de los lugares más seguros del mundo, era el reino de los elfos.
Ya era de mañana, el campamento se había levantado y el gran grupo se había puesto en marcha, de un momento a otro, pasaron de un camino por el bosque, a un camino de piedra, Agatha noto esto y pregunto.
-Ya estamos cerca?.
-Si, antes de la explosión de los seis cielos, la ciudad abarcaba esta parte del bosque, pero ya no es así, la ciudad estará a la vista pronto. –Dijo Leno.
-Bien, al fin podre ver la gran ciudad de Elendar, estoy muy emocionada. –Dijo Lilica.
-Al fin… camas… comida de verdad… duchas… baños… -Dijo Niena.
-Realmente hemos llegado muy lejos, jamás en mi vida me imagine llegar hasta aquí. –Dijo Isis.
-Si, una experiencia como ninguna otra. –Dijo Jeska.
En eso, Mikau se acerco a su maestro y le pregunto.
-Nosotros también conoceremos a la reina maestro?.
-Claro, total, ella nos tiene que pagar la mitad de este trabajo. –Dijo Etiene.
Al poco tiempo, llegaron frente a un risco, luego Leno dijo.
-Sean bienvenidos a la ciudad antigua de Elendar, capital del reino de Elgrand… la joya verde de Tergaia.
Todos se asombraron ante la vista que estaba frente a ellos, hermosas cascadas salían de los edificios y confluían en un rio que corría entre los edificios, había una perfecta simbiosis entre los árboles y edificios, como si ambas cosas fueran uno solo, grandes torres rivalizaban en altura con árboles de un tamaño impresionante, más altos que la misma torre dorada en el castillo de Linneo, era una vista simplemente magnifica.
-Es… hermoso. –Dijo Lilica con una lagrima en sus ojos.
Luego de una pausa, Leno dijo.
-Por favor, síganme, los llevare al palacio Ciriel.
Tras salir del asombro, Agatha y los demás bajaron de ese risco y entraron a la ciudad, las calles eran hermosas y le hacían recordar a Agatha su hogar en Armani, muchos elfos recorrían las calles, vendedores, compradores, gente que paseaba, niños con sus madres, era un lugar muy pacifico, una que otra vez las chicas se sintieron observadas.
-Vaya, creo que estamos causando un pequeño revuelo aquí. –Dijo Niena.
-No estamos acostumbrados a ver muchos humanos en nuestro reino, imaginen cuando se haga público que las escogidas están aquí. –Dijo Leno.
-Oh si, vamos a ser muy populares en este lugar. –Dijo Niena sonriendo.
Al poco tiempo, llegaron a una puerta de seguridad altamente custodiada, aquí el grupo desmonto y un grupo de elfos se encargo de los caballos, la carreta y de Kiru, tomaron sus equipajes y siguieron a Leno, el cual los guio por un puente a un inmenso edificio cerca del centro de la ciudad.
-Aquí esta, el palacio Ciriel. –Dijo Leno.
Todos miraron para arriba y Agatha dijo.
-Por los dioses… este lugar es enorme…
-Si, de acuerdo a los libros… este palacio tiene trescientos metros de altura. –Dijo Lilica.
Niena estaba pálida, luego trago y dijo.
-Genial… y yo que sufro de vértigo.
La puerta del palacio se abrió y caminaron hacia un enorme Lobby, luego Isis pregunto.
-Donde se encuentra la reina?.
-En el piso más alto. –Dijo Leno.
Todos se quedaron callados y Etiene pregunto.
-Acaso… tenemos que subir trescientos metros de escaleras?.
Leno se rio un poco y luego dijo.
-No, usaremos elevadores, pero si quieren usar las escaleras, adelante, ja, ja, ja, ja.
-Gracias a los dioses… tengo suficientes escalones en mi casa. –Dijo Isis.
El elevador se abrió y Leno entro, este sonrió y dijo.
-Vengan… la reina los está esperando.
Todos se miraron entre si y Agatha dijo sonriendo.
-Pues, no la hagamos esperar.
Continuara.
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